¿Tienes la lengua blanca? Esto es lo que podría estar pasando


La lengua no solo sirve para hablar y saborear. También puede ser una especie de “espejo” de lo que pasa dentro del cuerpo. Si notas que está blanca o con una capa clara encima, no lo ignores. A veces se trata de algo sencillo, pero en otras puede ser una señal de que algo no anda bien.

Lo más común es que esa capa blanca sea solo una acumulación de bacterias, células muertas y restos de comida, sobre todo si no acostumbras a cepillarte bien la lengua. Por lo general, se nota más en la mañana y desaparece con una buena limpieza. Pero si no se quita, vale la pena prestar atención.

Una causa frecuente es la candidiasis oral, una infección provocada por un hongo llamado Candida albicans. Aparece como manchas blancas en la lengua, encías o parte interna de las mejillas. Es más probable que se dé en personas con defensas bajas, diabéticas, que usan dentaduras o después de tomar antibióticos.

Otra posible razón es la leucoplasia, una afección donde se forman placas blancas gruesas que no salen tan fácilmente. Aunque en muchos casos no es grave, hay que revisarla porque, en ciertos casos, puede ser una señal temprana de cáncer oral.

También hay causas digestivas detrás de una lengua blanca. Problemas como reflujo, gastritis o estreñimiento pueden reflejarse en la boca. Y si además notas mal aliento o sabor metálico, es posible que el origen esté en el estómago.

La deshidratación y una dieta pobre en nutrientes también pueden provocar que la lengua se seque y acumule residuos. Además, el alcohol, el cigarro y el estrés prolongado no ayudan en nada.

En resumen, aunque una lengua blanca no siempre es sinónimo de algo grave, sí es una señal que conviene escuchar. Si no mejora en una semana o se acompaña de dolor, ardor, mal aliento o dificultad para comer, lo mejor es consultar con un médico o dentista. Cuidar la higiene bucal y llevar una alimentación balanceada puede hacer una gran diferencia.