
En muchas culturas y tradiciones espirituales, los animales no solo forman parte del entorno natural, sino que también son vistos como mensajeros simbólicos que traen consigo señales del universo. Uno de estos pequeños mensajeros es la lagartija, ese reptil ágil y silencioso que a veces aparece en rincones inesperados de nuestros hogares.
¿Qué significa si encuentras una lagartija en tu casa? Más allá de lo biológico, muchos creen que tiene un significado especial.

Las lagartijas están asociadas a la regeneración, la adaptabilidad y el renacimiento. Esto se debe en gran parte a su capacidad para desprenderse de su cola y regenerarla, lo cual simboliza la capacidad de dejar atrás lo que ya no sirve y comenzar de nuevo. Si una lagartija entra en tu casa, podría estar indicándote que es momento de soltar el pasado, dejar hábitos negativos o emociones estancadas, y empezar una nueva etapa con más ligereza.
En la cultura popular de algunas regiones de América Latina y Asia, ver una lagartija también se interpreta como una señal de buena suerte. Se dice que trae protección espiritual y que su presencia en el hogar aleja las malas energías. Además, como son animales discretos y observadores, simbolizan la necesidad de estar más atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor y confiar en nuestra intuición.
Por supuesto, desde una perspectiva científica, las lagartijas entran a las casas buscando calor, refugio o insectos de los que alimentarse. No representan ningún peligro, y de hecho, pueden ayudar a mantener bajo control a otros insectos no deseados.
En resumen, si encuentras una lagartija en tu casa, puedes verlo como algo más que una simple coincidencia. Tal vez sea un recordatorio de que tienes la capacidad de renovarte, adaptarte a los cambios y avanzar con más sabiduría. Ya sea que lo tomes como una señal espiritual o solo como un visitante curioso, su presencia no deja de ser un pequeño y enigmático regalo de la naturaleza.
