(receta adaptada de Smitten Kitchen – Deb Perelman, o más precisamente, de su suegra rusa).
cinco manzanas verdes
- tres huevos
- una taza de harina integral (de arroz queda excelente y así la obtenés sin gluten)
- media taza de azúcar mascabo o el endulzante que prefieras; yo usé néctar de agave. Si usan stevia sale bien, tienen que incorporar a gusto y probando un poco la mezcla cruda.
- una cucharada de extracto de vainilla
- canela a gusto
- una pizca de sal
Preparación:
Precalentar el horno a 180°.
Pelar las manzanas y trozarlas sin demasiado cuidado: está bueno que haya pedacitos más grandes (quizás del tamaño de un dado, o un poco más) y otros más pequeñitos que se deshagan. Espolvorear con canela.
Enmantecar o aceitar una tartera (es buena idea inclusive usar papel manteca, esto tiende a pegarse) y volcar las manzanas trozadas ahí. Acomodarlas para que queden lo más parejas posibles, sin sobresalir demasiado por encima del nivel de la tartera.
Aparte, batir bien (batir mucho) tres huevos con el azúcar (la miel, o lo que elijas), el extracto de vainilla y la pizca de sal. Hasta que empalidezca y quede bien espumoso. Agregar la taza de harina con cuchara o espátula, sin batir más.
Volcar esta mezcla sobre las manzanas y mover un poco el molde buscando que entre bien por todas las ranuras entre la fruta. Terminar con un poquito más de azúcar o miel por arriba.
Hornear alrededor de una hora, o hasta que un palillo salga limpio al probar