Receta ligera para la hora de la cena con solo tres ingredientes
para personas
Calabacín 1
Queso 100 g
Jamón serrano muy picado 50 g o cualquiera magro
Tomillo fresco al gusto
Con ayuda de la mandolina, o en su defecto con un cuchillo muy afilado cortamos rodajas de calabacín con su piel. Para esta receta, es preferible utilizar calabacines pequeños y nuestra sartenada quedará más vistosa.
En una sartén, colocamos los calabacines cubriendo el fondo y los cocinamos a la plancha. Normalmente, tendréis que hacerlo en varias tandas. Cuando los calabacines estén dorados por ambas caras, los volvemos a colocar para que cubran el fondo de la sartén y los cubrimos con abundante queso rallado.
Podéis utilizar el queso que más os guste o mezcla de distintas variedades.
El cheddar, la mozzarella o el emmental van muy bien poro podéis hacer este plato con vuestros preferidos. Dejamos que el queso comience a fundirse con el calor. Para acelerar el proceso, podéis poner una tapa de cacerola sobre la sartén.
Agregamos también el jamón muy picado y unas hojitas de tomillo fresco o de cualquier otra hierba aromática que tengáis en casa. No es necesario usar sal porque el jamón y el queso ya aportan bastante sabor, pero una vez terminada la receta, podéis probar y rectificar en su caso. Servir bien caliente para que los hilos de queso nos alegren la vista (y el paladar).