
Las frutas son alimentos ideales que aportan numerosas vitaminas y minerales, así como antioxidantes y otros nutrientes vitales para la salud física y mental. Y una de las más consumidas y preferidas es la banana.
Una de las frutas más frecuentes en el hogar, fácil de comer y apetecidas tanto por niños como por deportistas, la banana es un alimento con alto valor nutricional, que se ajusta a todo tipo de dietas.

La banana y el plátano representan una importante fuente de pectina, un tipo de fibra que apoya las funciones digestivas del cuerpo.
“Una banana de tamaño mediano proporciona unas 105 calorías prácticamente sin grasa, colesterol o sodio”.
Y amplía: “Son una excelente fuente de potasio, un mineral importante para regular la presión arterial, el equilibrio de líquidos, la salud del corazón y una buena función nerviosa y muscular”.
También, amplía, ayudan a prevenir los calambres musculares después del ejercicio. Y proporcionan una buena fuente de vitaminas C y B6, así como de magnesio.
Sí, comer una banana todos los días puede aportar muchos beneficios a tu cuerpo, como:
Regular la presión arterial
El potasio y el magnesio de la banana ayudan a relajar los vasos sanguíneos y a mejorar la circulación.
Tener una piel sana
El manganeso de la banana aumenta los niveles de colágeno, lo que ayuda a reparar los tejidos y a tener una piel tersa.
Mejorar el estado de ánimo
La banana contiene triptófano, un aminoácido que ayuda a producir serotonina, la hormona de la felicidad.
Mejorar la digestión
La fibra soluble de la banana ayuda a combatir el estreñimiento y a tener una digestión saludable.
Mejorar el sueño
La banana contiene triptófano, que ayuda a producir melatonina, la hormona que regula el ciclo de sueño y vigilia.
Refuerzar el sistema inmunitario
La banana es un alimento prebiótico que ayuda a formar bacterias intestinales que ayudan al cuerpo a combatir la enfermedad.
