Patata, 1 pequeña del tamaño de medio puño
Calabaza, 200 g
Sal
Pimienta
Mantequilla, 1 cucharadita
Huevo M, 1 opcional (*)
Harina de garbanzo, 1 cucharada opcional () Queso parmesano rallado, 1 cucharada opcional () () Podemos mezclar con un huevo batido o con una cucharada de harina de garbanzo mezclada con dos de agua si queremos que la consistencia final sea más firme. Así también será más fácil darle la vuelta sin que se rompa, aunque yo en esta ocasión no le he puesto nada.
(**) El queso parmesano también hará que la consistencia final sea más firme y el acabado quede más crujiente.
Pelamos la patata y la calabaza y, con ayuda de un rallador grueso, las rallamos.
En un bol mezclamos la patata y la calabaza rallada y salpimentamos al gusto. Podemos añadir también queso parmesano rallado y huevo batido o una mezcla de harina de garbanzo con agua.
Engrasamos una sartén pequeña con la mitad de la mantequilla y la ponemos a calentar a fuego bajo, añadimos la mezcla que tenemos preparada y la compactamos bien con ayuda de una espumadera. Distribuimos por encima el resto de la mantequilla y dejamos que se cocine a fuego suave durante unos 15 minutos.
Pasado ese tiempo le damos la vuelta con cuidado y la dejamos unos 10-15 minutos más por el otro lado.
Resultado
En esta ocasión, el rosti de calabaza y patata, al no llevar huevo ni queso ni ningún tipo de harina, tiende a deshacerse un poco ya que el único ligante que tiene es el almidón que suelta la patata, pero a cambio, tiene menos calorías, así que ahí ya cada uno que decida cómo lo prefiere.
A mí con las tiras de pechuga de pollo a la plancha y la ensalada me han resultado una comida estupenda