INGREDIENTES
2 calabacines medianos
1 cebolla pequeña rallada
1 ajo picado
100g de queso rallado (puede ser bajo en grasas para lograr una receta light)
50gr de pan rallado sin harina, ceogénico, integral o el que uses
1 huevo
sal y pimienta negra recién molida
RECETA
Lo primero que tenemos que hacer es preparar las verduras. Pelamos y rallamos la cebolla y el ajo y limpiamos los calabacines, les quitamos los extremos y los rallamos con un rallador de agujeros gruesos
Puede ser que los calabacines al rallarse suelten mucha agua, los mejores para preparar estas quenelles de calabacín y queso son los de tamaño mediano, oscuros, firmes y muy frescos. Serán los que menos agua harán al rallarlos, de todos modos siempre es aconsejable colar los calabacines rallados para eliminar el exceso de agua
Una vez tenemos a punto todos los ingredientes los mezclamos todos en un bol lo suficientemente amplio como para trabajar cómodamente.
El pan rallado y el huevo también se mezclan con el resto de ingredientes. Las quenelles de calabacín y queso no van rebozadas ni fritas sino asadas en el horno, y el pan rallado lo que hará será absorber el exceso de liquido de la cebolla y el calabacín al asarse y, junto con el huevo, amalgamar la mezcla.
Seguidamente formamos nuestras quenelles con esta mezcla. Para ello cogemos una porción de masa con una cuchara sopera, luego la pasamos a otra cuchara sopera y otra vez a la primera, de esta forma habremos conseguido formar una especie de croqueta ovalada de tres caras, una preciosa “quenelle”. Es muy fácil, a la segunda que hagas te saldrán perfectas.
Colocamos nuestras quenelles de calabacín y queso en una bandeja de horno forrada de papel de hornear o, como yo, una lámina de teflón antiadherente, y las asamos en el horno precalentado a 200º.
Tardarán en cocerse unos 17 minutos, esto es lo que tardan en mi horno peró ya sabés, cada horno es deferente así que vigila que no se te quemen. En este caso además dependerá del tamaño de las quenelles, si las has hecho muy grandes tardarán más en hacerse por dentro. En cuanto veas que están tostaditas por fuera ya las tendrás a punto.