¿Qué sucede cuando dos personas se besan con lengua? Lo que dice la ciencia sobre el beso francés.


El beso con lengua, también conocido como “beso francés”, es una de las formas más íntimas de expresión afectiva entre dos personas. Aunque puede parecer simplemente un acto romántico o pasional, la ciencia ha estudiado este tipo de beso y ha revelado una serie de efectos físicos, emocionales y químicos que se producen durante este intercambio.

Cuando dos personas se besan con lengua, intercambian no solo caricias bucales, sino también una gran cantidad de información biológica. A través de la saliva, se comparten feromonas, microorganismos y señales químicas que el cerebro puede interpretar. Algunas investigaciones sugieren que este intercambio ayuda, inconscientemente, a evaluar la compatibilidad genética entre las personas. En otras palabras, el cuerpo podría estar determinando si la otra persona es una buena pareja para la reproducción.

Durante un beso francés, el cerebro activa una serie de áreas relacionadas con el placer y la recompensa. Se liberan neurotransmisores como la dopamina, que genera sensación de bienestar, y la oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, que fortalece el vínculo emocional y la confianza entre los involucrados. También se reduce el nivel de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede explicar por qué besar resulta relajante.

Desde el punto de vista fisiológico, un beso con lengua también acelera el ritmo cardíaco, puede elevar ligeramente la presión arterial y estimular terminaciones nerviosas en los labios y la lengua, que son zonas altamente sensibles. Se estima que durante un beso apasionado se pueden movilizar hasta 34 músculos faciales, contribuyendo incluso a tonificar la expresión del rostro.

Sin embargo, no todo es romántico. El beso con lengua implica el intercambio de bacterias, y aunque muchas son inofensivas o incluso beneficiosas, también existe la posibilidad de transmisión de virus como el herpes simple tipo 1. Por eso, mantener una buena higiene bucal es fundamental.

En resumen, el beso francés es mucho más que un gesto amoroso: es un acto complejo en el que intervienen química, biología y emociones. Nos conecta con la otra persona a un nivel profundo, activa nuestro sistema nervioso, y fortalece los lazos afectivos. La ciencia lo confirma: besar con lengua no solo se siente bien, también tiene beneficios reales para el cuerpo y la mente.