¿Qué debes de comer según tu edad?


La alimentación es un pilar fundamental para mantener la salud a lo largo de la vida. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta cambios hormonales, metabólicos y nutricionales que exigen ajustes en la dieta. Saber qué comer según la edad es clave para prevenir enfermedades, conservar la energía y promover el bienestar general.

En la infancia (0-12 años)
Durante esta etapa de crecimiento acelerado, es vital asegurar una dieta rica en nutrientes esenciales. Se deben priorizar alimentos naturales como frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y lácteos. El calcio, el hierro y las vitaminas A, C y D son fundamentales para el desarrollo de huesos, sistema inmunológico y el cerebro.

Adolescencia (13-19 años)
Los adolescentes requieren un aporte elevado de energía y proteínas por el desarrollo muscular y hormonal. Es importante mantener una alimentación equilibrada con fuentes de hierro (como carne roja magra o legumbres), calcio (lácteos y vegetales verdes) y omega-3 (pescado y nueces) para favorecer la salud mental y física. Además, se debe moderar el consumo de azúcar, frituras y comidas ultraprocesadas.

Adultez (20-40 años)
En esta etapa, se debe cuidar la figura sin descuidar la nutrición. Una dieta balanceada debe incluir proteínas magras (pollo, pescado, legumbres), grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva) y carbohidratos complejos (avena, arroz integral). También es importante mantenerse hidratado y evitar el exceso de alcohol y alimentos procesados.

Mediana edad (41-60 años)
A partir de los 40, el metabolismo comienza a ralentizarse. Por eso, es recomendable reducir la ingesta calórica y aumentar el consumo de fibra para favorecer la digestión. Se deben incluir antioxidantes (frutas, verduras de colores, té verde), grasas saludables y calcio para prevenir la osteoporosis. También se debe controlar el consumo de sal y azúcares añadidos.

Tercera edad (60 años en adelante)
Las necesidades energéticas disminuyen, pero la demanda de nutrientes se mantiene. Se debe priorizar una dieta ligera, rica en proteínas de fácil digestión (huevos, pescado, legumbres), calcio, vitamina D y fibra. Es vital mantener la hidratación, evitar el estreñimiento y controlar los niveles de colesterol y presión arterial.

Conclusión:
Adaptar la alimentación según la edad es esencial para mantener una vida saludable y activa. Escuchar al cuerpo, elegir alimentos naturales y mantener buenos hábitos puede marcar la diferencia a largo plazo.