Primeros síntomas del papiloma: si notas algo raro, ve con tu médico


El virus del papiloma humano (VPH) es de las infecciones de transmisión sexual más comunes en todo el mundo. Aunque muchas veces no da señales, hay ocasiones en las que sí se deja ver con ciertos síntomas tempranos que es mejor no ignorar. Detectarlos a tiempo puede marcar la diferencia para evitar problemas mayores más adelante.

Uno de los signos más comunes al inicio son las verrugas genitales. Estas pueden salir como pequeños bultitos, a veces lisos y otras con una textura más rugosa, en la zona genital, alrededor del ano o incluso en la boca o garganta. Pueden ser solitarias o agruparse como en forma de coliflor. Normalmente no duelen, pero pueden causar picazón, molestia o incomodidad al tener relaciones sexuales.

En las mujeres, otro posible aviso es el sangrado vaginal fuera de lo común, especialmente después del sexo. También puede aparecer flujo raro o una sensación incómoda en la parte baja del vientre. Estos síntomas podrían estar relacionados con cambios en el cuello del útero causados por ciertos tipos de VPH que, si no se detectan a tiempo, podrían convertirse en algo más serio, como el cáncer cervical.

En los hombres, las verrugas pueden salir en el pene, escroto, muslos o alrededor del ano. Aunque por lo general no duelen, no hay que dejarlas pasar por alto. Es importante ir al doctor, ya que podrían ser una señal de infección persistente y también representar un riesgo de contagio para la pareja.

Lo complicado del VPH es que muchas personas pueden tenerlo sin darse cuenta, porque no siempre hay síntomas visibles. Por eso, hacerse chequeos frecuentes, como el Papanicolau en las mujeres, y hablar sin pena con los médicos, es esencial para detectar cualquier cosa a tiempo.

Además de estar atentos a cualquier cambio, la vacuna contra el VPH es una gran forma de prevención, sobre todo si se aplica antes de iniciar la vida sexual.

En resumen: si notas verrugas raras, cambios en tu flujo, sangrado fuera de lo normal o molestias en tus partes íntimas, no te esperes. Ir con un especialista a tiempo puede evitarte complicaciones. El VPH se puede manejar, pero todo empieza con detectarlo. Así que ponle atención a tu cuerpo y no lo dejes para después.