Brócoli
2 hojas de albahaca fresca
1 huevo
2 cucharaditas de semillas de chía
1 pizca de sal
picamos el brócoli y las hojas de albahaca en el accesorio picador de la batidora (en caso de no disponer de uno, también se puede usar un rallador aunque es algo más laborioso) y lo mezclamos en un bol con una pizca de sal y las semillas de Chía.
El uso de las semillas de Chía es opcional, pero a mi me gusta utilizarlas no sólo por sus propiedades nutritivas sino porque ayuda a aglutinar y espesar la masa.
Metemos la mezcla en el microondas durante unos 3-4 minutos para que caliente y a continuación añadimos el huevo y revolvemos hasta que quede todo ligado, aprovechando también a darle ya la forma propia de una masa de pizza.
Se deja reposar unos minutos y se retira el sobrante de agua.
Mientras tanto, precalentamos el horno y pintamos el papel vegetal con un poco de aceite de oliva virgen para evitar que se pegue.
Colocamos la masa en el papel vegetal y la extendemos dándole forma.
Ponemos el horno a 180º.
En mi horno la dejo unos 15 – 20 minutos dependiendo del grosor, pero como también va en función de la potencia y modelo, os recomiendo que echéis un vistazo y cuando la masa esté consistente, la saquéis.
En este caso he hecho una masa para pizza individual, pero bastará con añadir más cantidad dependiendo del tamaño que queráis.
y el topping que quieras