Pizza griega de espinacas y ajo asado


Ingredientes:

Para la salsa de ajo asado:
1 cabeza de ajo entera
2 cucharadas de aceite de oliva

1 taza de queso ricotta
½ taza de crema espesa o leche (opcional para una textura más cremosa)

1 cucharadita de orégano seco
Sal y pimienta al gusto

Para la pizza:

1 bola de masa de pizza (comprada o casera)
2 tazas de espinacas frescas (ligeramente salteadas en una sartén o al vapor)

1 ½ tazas de queso mozzarella rallado
½ taza de queso feta desmenuzado
¼ taza de aceitunas Kalamata (en rodajas, opcional)

1 cucharadita de orégano seco
1 cucharadita de hojuelas de pimiento rojo (opcional para un toque picante)

Aceite de oliva para pincelar
Perejil fresco o albahaca para decorar
Asa el ajo: Precalienta el horno a 400 °F (200 °C).

Corta la parte superior de la cabeza de ajo, rocíala con aceite de oliva y envuélvela en papel de aluminio. Ásala durante 30 a 35 minutos o hasta que esté blanda y dorada. Una vez que se haya enfriado, exprime los dientes de ajo asados ​​y tritúralos hasta formar una pasta.

Prepara la salsa de ajo: en un bol, combina el ajo asado machacado, el queso ricotta, el aceite de oliva, la crema espesa (si la usas), el orégano, la sal y la pimienta. Mezcla hasta que quede una mezcla homogénea y reserva.

Precalienta el horno: aumenta la temperatura del horno a 245 °C (475 °F) y coloca una piedra para pizza o una bandeja para hornear adentro para calentar.

Prepara la masa: extiende o estira la masa de pizza hasta formar un círculo o rectángulo fino, según lo que prefieras. Pincela los bordes de la masa con aceite de oliva para obtener una corteza dorada.

Arma la pizza: esparce el ajo asado y la salsa de ricotta de manera uniforme sobre la masa de pizza, dejando un pequeño borde para la corteza. Esparce las espinacas marchitas sobre la salsa, seguidas por la mozzarella rallada y el queso feta desmenuzado.

Si lo deseas, puedes cubrir con aceitunas Kalamata. Espolvorea con orégano seco y hojuelas de pimiento rojo para darle más sabor.

Hornea: transfiere con cuidado la pizza a la piedra o bandeja para hornear precalentada. Hornea durante 10 a 12 minutos o hasta que la corteza esté dorada y el queso se derrita y burbujee.

Termina y sirve: una vez horneada, retira la pizza del horno y decora con perejil fresco o albahaca. Deja enfriar durante un minuto antes de cortarla y servir.

Notas:

Asa el ajo: asar el ajo le da un toque dulce y suave a la salsa de la pizza. Puedes preparar el ajo asado con anticipación y guardarlo en el refrigerador hasta por una semana.

Variación con espinacas: si quieres una textura más crocante, agrégala cruda directamente a la pizza antes de hornearla. Para un resultado más suave, marchita un poco las espinacas antes.

Complementos: siéntete libre de personalizarla con otros ingredientes mediterráneos como corazones de alcachofa, tomates secados al sol o pimientos rojos asados.

Opción sin gluten: si es necesario, utiliza una base o masa de pizza sin gluten y el resto de los ingredientes se mantendrán naturalmente libres de gluten.

Conservación: las sobras de pizza se pueden conservar en el refrigerador hasta por 3 días. Recaliéntalas en el horno o en la freidora de aire para que queden más crujientes.