2 tazas de calabaza
1 cebolla
1 apio
2 tomates secos
½ taza de harina de garbanzos
3 cucharadas soperas de agua
2 cucharadas soperas de levadura de cerveza
3 pizcas de pimienta negra
1 cucharadita de sal
2 cucharadas soperas de aceite
Corta la calabaza en trozos y cuécela en agua hirviendo hasta que quede blanda durante unos 10 minutos. Escúrrela y aplástala con un tenedor haciéndola puré.
2
Corta la cebolla en juliana, los tomates secos en tiras y el apio en trozos.
3
Calienta una olla o una sartén honda con aceite y sofríe la verdura hasta que comience a ablandarse.
4
Añade la calabaza remueve bien y cocina un minuto removiendo de vez en cuando.
5
Incorpora la harina para seguir con la preparación del pastel
6
En un bol mezcla la harina de garbanzos con el agua añadiéndola poco a poco y removiendo para obtener una mezcla un poco espesa. Añade la mezcla a la olla junto con la levadura de cerveza, sal y la pimienta. Mezcla hasta que queden integrados todos los ingredientes.
7
Cubre un molde rectangular de horno con papel vegetal y vierte la mezcla dentro. Hornea el pastel salado de calabaza vegano durante 20-30 minutos hasta que se dore bien.
8
Desmolda el pastel de calabaza salado vegano y córtalo en trozos rectangulares. Sírvelo acompañado de verduras, granos o legumbres como unos tomates verdes fritos en tempura o una ensaladilla rusa vegana.