¿Pasta de dientes para las venas varicosas? Esto es lo que debes saber


Las venas varicosas —esas venas hinchadas y visibles que aparecen en las piernas— son más comunes de lo que uno piensa. Aunque hay tratamientos médicos disponibles, como el láser o la cirugía, mucha gente busca remedios caseros más accesibles. En redes sociales se ha vuelto popular uno que llama bastante la atención: usar pasta de dientes para reducir las varices. Pero, ¿realmente funciona?

¿Por qué se habla tanto de esto?
La idea surge porque algunas pastas contienen ingredientes como mentol, bicarbonato, peróxido de hidrógeno o flúor.

Se dice que el mentol ayuda a mejorar la circulación y da una sensación de frescura que alivia el malestar. Sin embargo, hasta ahora no hay pruebas científicas que respalden que estos ingredientes puedan eliminar las varices.

¿Cómo se prepara este remedio?
Quienes lo han probado suelen mezclar lo siguiente:

1 cucharada de pasta de dientes blanca

1 cucharada de gel de aloe vera

1 cucharada de vinagre de manzana o alcohol

(Opcional) Un poco de bicarbonato de sodio

Se hace una mezcla y se aplica directamente en la zona con varices, dando un masaje suave. Se deja actuar entre 20 y 30 minutos y luego se enjuaga con agua tibia. Algunas personas repiten esto unas tres veces por semana.

¿Y da resultado?
Lo cierto es que este tipo de mezcla puede dar una sensación de alivio momentáneo —sobre todo por el frescor del mentol y el efecto del masaje—, pero no elimina las venas varicosas. Estas aparecen cuando las válvulas de las venas no funcionan bien, algo que necesita un tratamiento más especializado.

¿Qué se puede hacer para mejorar?
Si bien este remedio casero puede calmar un poco la incomodidad, hay otras cosas más efectivas que sí ayudan:

Caminar con regularidad para activar la circulación

Elevar las piernas cuando descanses

Usar medias de compresión

Evitar estar mucho tiempo de pie o sentado

En resumen: la pasta de dientes no cura las varices, pero puede dar algo de alivio. Si buscas un cambio real, lo mejor es consultar con un especialista en circulación o salud vascular.