La ruda es una de esas plantas que no falta en los patios de las abuelas ni en los remedios de la tradición popular. Su olor intenso y su apariencia sencilla esconden un poder curativo que ha pasado de generación en generación, convirtiéndola en una de las hierbas medicinales más utilizadas en muchas culturas. Pero, ¿sabías que la ruda no solo se usa para limpiar las malas energías, sino que también tiene beneficios concretos para el cuerpo?
Originaria del sur de Europa, la ruda (Ruta graveolens) se cultiva en muchos países por su valor tanto medicinal como espiritual. Es de esas plantas que tienen “doble propósito”: por un lado se valora por sus propiedades naturales y, por otro, por su fuerte presencia en rituales y prácticas esotéricas.

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Usos tradicionales de la ruda en la salud
Uno de los usos más conocidos de la ruda es como regulador del sistema digestivo. Muchas personas preparan infusiones de sus hojas para aliviar dolores estomacales, gases o cólicos. Se dice que también estimula el apetito en momentos de decaimiento o después de una enfermedad.
Otro beneficio atribuido a esta planta es su capacidad para calmar los nervios. Un té de ruda puede ser un buen aliado en momentos de ansiedad, estrés o insomnio leve. Por eso, suele formar parte de mezclas relajantes junto con otras plantas como la manzanilla o la valeriana.
También se le reconocen propiedades antiinflamatorias. Algunas personas aplican cataplasmas con hojas de ruda sobre las articulaciones doloridas o zonas con golpes y moretones, buscando aliviar molestias musculares o articulares.
Ruda y salud femenina
La ruda ha sido utilizada históricamente por las mujeres para tratar problemas menstruales. Sus propiedades emenagogas ayudan a estimular el flujo sanguíneo en la región pélvica, por lo que puede ser útil en casos de menstruaciones irregulares o muy dolorosas. Sin embargo, este mismo efecto hace que su uso esté totalmente contraindicado durante el embarazo, ya que podría provocar contracciones uterinas y riesgo de aborto.
Uso externo: para limpiar y proteger
Más allá del cuerpo, la ruda es famosa por su uso espiritual. Desde tiempos antiguos se le atribuye el poder de alejar las malas energías, romper hechizos y proteger a las personas de las malas vibras. No es raro encontrar ramos de ruda colgados en las puertas o baños preparados con la planta para limpiar el aura o el “ambiente pesado” de una casa.
Incluso hay quienes creen que si una planta de ruda en tu casa se seca de la nada, es porque absorbió algo negativo que iba dirigido a ti. Por eso, muchas personas la cuidan con especial cariño y la consideran una planta “guardián”.
Precauciones importantes
Como toda planta medicinal, la ruda debe usarse con responsabilidad. Consumida en exceso o de forma prolongada puede ser tóxica. No se recomienda para niños pequeños, mujeres embarazadas o personas con problemas renales.
Además, su aceite esencial es altamente concentrado y puede causar irritación si se aplica directamente sobre la piel o se inhala sin diluir. Lo ideal es usar la planta seca o fresca en infusión, o consultar con un especialista si se piensa utilizar con fines terapéuticos.
Un legado natural que sigue vivo
La ruda es mucho más que una planta de olor fuerte. Es parte de la cultura popular, de la medicina casera y de muchas creencias que la rodean. Su valor terapéutico, si se usa de forma adecuada, puede ser una excelente herramienta para mejorar la salud de forma natural y sencilla.
Si tienes la oportunidad de tener una maceta con ruda en casa, cuídala como un pequeño tesoro verde. No solo te dará un aroma particular, sino que también puede convertirse en tu aliada en más de un momento complicado, tanto en lo físico como en lo emocional.

