Para 10 unidades
Harina de garbanzos 60 g
Agua (aproximadamente) 185 ml
Cúrcuma molida 2 g
Pimentón picante o dulce 1 g
Sal (una pizca) al gusto) 2 g
Sal (una pizca)1 g
Perejil fresco o cilantro 4 g
Tomate cherry o 1 tomate 3
Pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Disponer en un cuenco la harina de garbanzos, añadir las especias y la sal y mezclar con unas varillas. Añadir el agua, sin echarla toda de golpe, y mezclar suavemente con las varillas hasta que no queden grumos. Comprobar la textura y echar un poco más de agua si fuera necesario.
Tiene que quedar como una papilla espesa, como al hacer tortitas americanas. Tapar con un paño limpio y dejar reposar 15 minutos a temperatura ambiente, en un lugar fresco. Si se deja más tiempo, especialmente si hace calor, guardar en la nevera.
A continuación lavamos y picamos muy bien los ingredientes añadidos que queramos agregar, en este caso tomates y perejil rizado. Es preferible que la verdura no suelte mucha agua y picarlo todo muy bien en piezas de, más o menos, el mismo tamaño. También son buenas opciones los pimientos, zanahoria rallada o calabacín.
Añadir estos ingredientes a la masa, un golpe de pimienta negra y mezclar bien. Calentar a fuego medio una sartén o plancha antiadherente y engrasar ligeramente con aceite de oliva virgen extra. Distribuir pequeñas porciones de masa, bien separadas y trabajando en tandas; como un par de cucharaditas.
Dejar cocinar unos 3-5 minutos a fuego medio, vigilando bien que no se quemen porque cada sartén y cada fuego es un mundo. Dar la vuelta con una espátula fina y dejar dorar 1-2 minutos más. Retirar y continuar con el resto de la masa. Mantenerlas tapadas con plástico film, pero sin amontonarlas hasta servir.