200 gramos de garbanzo cocido
1 taza de avena en copos suaves
1 taza y 1/2 de harina de avena (puedes conseguirla triturando avena)
1 cebolleta
2 ajos
Un chorro de caldo vegetal
Aceite de Oliva
Sal
Pimienta negra
Albahaca
Pimentón dulce
Lima o limón
Cilantro
PASO A PASO
Picamos finamente la cebolla y los dos ajos y saltar en una sartén con aceite de oliva.
Cuando estén dorados, volcamos a un bol y añadimos los garbanzos cocidos, una pizca de sal, abundante pimienta negra, albahaca, un trocito de cilantro picado, 1 cdita pequeña de pimentón dulce y un chorrito de lima. Mezclamos bien.
Añadimos una taza de avena en copos y un chorrito de caldo vegetal.
Mezclamos y triturar con una batidora de mano hasta conseguir una textura homogénea y cremosa.
Añadimos ¾ de taza de harina de avena y mezclamos de nuevo, hasta que la masa haya espesado y sea fácilmente manejable.
Volcamos el resto de harina de avena en un plato hondo y reservamos.
Cogemos una porción de masa, bolear y dar forma de medallón. Puedes hacerlo tan fino o grueso como desees.
Rebozar en la harina de avena y reservar en un plato limpio.
Repetiremos el proceso hasta terminar con toda la masa.
En una sartén, calentamos un chorrito largo de aceite de oliva y, una vez caliente, doramos los medallones por ambos costados.
Cuando estén bien hechos, servimos caliente. Recuerda que los medallones sobrantes pueden conservarse en el congelador