Ingredientes:
500 gramos de harina de trigo (preferiblemente de fuerza)
300 ml de agua tibia
10 gramos de sal
10 gramos de azúcar
15 gramos de levadura fresca (o 5 gramos de levadura seca)
30 ml de aceite de oliva (opcional, para darle suavidad y sabor)
Preparación:
- Si usas levadura fresca, disuélvela en el agua tibia junto con el azúcar y déjala reposar por unos 5-10 minutos, hasta que veas burbujas en la superficie. Si usas levadura seca, puedes mezclarla directamente con la harina.
- En un bol grande, coloca la harina y haz un hueco en el centro. Agrega la sal en el borde de la harina (no directamente en contacto con la levadura). Añade la levadura activada y el aceite de oliva, si estás usando.
- Mezcla bien los ingredientes hasta que se integren. Luego, pásalos a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 10-15 minutos, hasta que la masa esté suave, elástica y no se pegue a las manos.
- Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente aceitado. Cubre el bol con un paño húmedo o film plástico y déjala reposar en un lugar cálido durante 1-2 horas, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
- Una vez que la masa ha levado, presiona ligeramente para desgasificarla. Luego, dale la forma que desees (puede ser un pan en hogaza, barras, o bollos individuales).
- Coloca la masa formada en una bandeja para hornear y déjala reposar por unos 30-60 minutos más, hasta que vuelva a crecer.
- Precalienta el horno a 200°C. Hornea el pan durante 25-30 minutos, o hasta que esté dorado y al golpear la base suene hueco. Si quieres una corteza más crujiente, puedes colocar un recipiente con agua en la base del horno durante los primeros 10 minutos de cocción.
- Deja que el pan se enfríe en una rejilla antes de cortarlo.