Manos Dormidas: ¿Es Normal o Señal de un Problema?


¿Alguna vez has sentido que tus manos se duermen o se entumecen sin razón aparente? Esta sensación, conocida como parestesia, puede manifestarse como hormigueo, adormecimiento o incluso una leve pérdida de sensibilidad en las manos y los dedos. Aunque en la mayoría de los casos es un síntoma temporal e inofensivo, cuando ocurre con frecuencia o de manera prolongada, puede ser una señal de un problema subyacente.

Causas del adormecimiento de las manos
El adormecimiento de las manos suele ser causado por la compresión de los nervios o una mala circulación sanguínea. Algunas de las razones más comunes incluyen:

Mala postura o presión prolongada
Dormir en una posición inadecuada o apoyar el brazo sobre una superficie dura durante mucho tiempo puede ejercer presión sobre los nervios y reducir el flujo sanguíneo, causando entumecimiento temporal.

Síndrome del túnel carpiano
Ocurre cuando el nervio mediano, que atraviesa la muñeca, se comprime debido a movimientos repetitivos, inflamación o condiciones como la artritis. Esto puede generar hormigueo y pérdida de fuerza en la mano.

Problemas circulatorios
Una circulación deficiente, causada por enfermedades como la diabetes o la hipertensión, puede dificultar el flujo sanguíneo a las extremidades, provocando sensación de adormecimiento.

Neuropatía periférica
Es un daño en los nervios periféricos, generalmente relacionado con la diabetes, el alcoholismo o deficiencias vitamínicas, lo que puede causar hormigueo y pérdida de sensibilidad en las manos y otras partes del cuerpo.

Deficiencias nutricionales
La falta de vitaminas como B12 y B6 puede afectar la salud de los nervios, contribuyendo a la sensación de entumecimiento.

Prevención y soluciones
Para reducir la frecuencia del adormecimiento de las manos, se recomienda:

Mantener una buena postura al dormir y evitar apoyar el peso del cuerpo sobre los brazos por largos periodos.
Realizar ejercicios de estiramiento para mejorar la circulación y reducir la presión en los nervios.
Evitar movimientos repetitivos o mantener la muñeca en una posición forzada por mucho tiempo.
Llevar una alimentación balanceada, rica en vitaminas B, para fortalecer el sistema nervioso.
Consultar a un médico si el adormecimiento es frecuente o va acompañado de dolor, debilidad o dificultad para mover la mano.
Aunque la mayoría de las veces es un síntoma temporal, prestar atención a la frecuencia e intensidad del adormecimiento es clave para prevenir problemas más serios.