
Dormir bien no solo es cuestión de tiempo, sino también de postura. La forma en la que nos colocamos durante la noche influye directamente en la calidad del descanso, la salud de la columna, la respiración y hasta el estado de ánimo.

- Dormir de lado
Ventajas: Ayuda a mantener la columna alineada y mejora la circulación.
Recomendación: Coloca una almohada entre las rodillas para reducir la presión en la cadera y la zona lumbar.
Extra: Dormir sobre el lado izquierdo favorece la digestión y la función del corazón.
- Dormir boca arriba
Ventajas: Mantiene la espalda recta, reduce la presión sobre las articulaciones y previene arrugas faciales.
Recomendación: Usa una almohada fina debajo de la cabeza y, si es necesario, otra pequeña debajo de las rodillas para aliviar la tensión en la zona lumbar.
- Dormir en posición fetal
Ventajas: Reduce los ronquidos y es ideal para embarazadas, ya que mejora el flujo sanguíneo hacia el bebé.
Recomendación: No encorvarse demasiado para evitar molestias en la espalda y cuello.
- Evitar dormir boca abajo
Desventajas: Puede causar tensión en el cuello y espalda, y comprimir los órganos internos.
Alternativa: Si es tu postura preferida, usa una almohada muy fina o duerme sin ella para reducir la presión cervical.
- Consejos adicionales para un mejor descanso
Mantén un colchón y almohadas en buen estado.
Acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días.
Evita pantallas y comidas pesadas antes de dormir.
Crea un ambiente fresco, oscuro y silencioso en tu habitación.
Dormir bien es un hábito que se construye con buenas posturas y una rutina saludable. Adoptar una posición correcta puede marcar la diferencia entre levantarte cansado o lleno de energía.
