
No sabes cómo me hubiera gustado que todo fuera diferente.
Hubiera sido hermoso, que fuéramos una familia como todas las demás.
Sentirnos cuidados y protegidos por ti.
Que al llegar de trabajar, te recibieramos con los brazos abiertos.
Sentirnos orgullosos de tí cada vez que saliéramos juntos de paseo o algún lugar importante.

Pero a veces las cosas no son como uno quiere.
Ahora yo me encargo de cuidar y proteger está familia.
No somos una familia como todas, pero somos una familia completa, aunque tú no estés.
Ahora cuando yo llego de trabajar, es a mí a quién reciben con besos y abrazos porque me extrañaron.
Y eso de sentirnos orgullosos, eso sí está ahí, mis hijos de mí y yo de ellos, porque entendimos que las cosas no siempre son como uno quiere.
A veces son mejores.
