(2 porciones):
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla
1 cucharadita de perejil seco y especias al gusto
1/2 lata de tomates picados
3 cucharadas de puré de tomate sin azúcar ni conservantes
1/2 calabacín cortado en cubos pequeños
200 g de garbanzos cocidos
3 o 4 huevos
20 g de queso rallado
alentar una sartén grande con aceite y cebolla. Sazone con perejil y especias.
Cuando la cebolla empiece a ablandarse, añadir el calabacín, luego el tomate y la pulpa. Deja que se cocine de 2 a 3 minutos.
Añadir los garbanzos, sal, rectificar sazón y color (yo añadí otra cucharada de pulpa y perejil seco), añadir de 50 a 100ml de agua y hervir hasta que el calabacín esté tierno.
Abre espacios y coloca los huevos.
Espolvorear con queso rallado alrededor de los huevos.
Espolvorea el queso con más perejil u orégano.
Tape y cocine hasta que las claras de huevo estén blancas.
Servir inmediatamente con albahaca fresca.