
Ingredientes:
1 taza de semillas de sésamo (ajonjolí) crudas
4 tazas de agua (puedes ajustar la cantidad para una textura más espesa o ligera)
1-2 cucharadas de endulzante al gusto (miel, sirope de agave, dátiles, etc.)
1 pizca de sal (opcional, para resaltar el sabor)
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional, para dar sabor)

Instrucciones:
- Remojar las semillas: Coloca las semillas de sésamo en un recipiente y cúbrelas con agua. Déjalas remojar durante al menos 4-6 horas (o toda la noche). Esto ayudará a ablandarlas y facilitará su licuado.
- Enjuagar y escurrir: Después del remojo, enjuaga bien las semillas bajo agua fría para eliminar cualquier impureza.
- Licuar: Coloca las semillas escurridas en una licuadora junto con 4 tazas de agua fresca. Licúa a alta velocidad durante 1-2 minutos hasta obtener una mezcla homogénea.
- Colar: Usa una bolsa para leches vegetales, un colador de tela o una gasa para colar la mezcla y separar la leche de los sólidos. Aprieta bien para extraer todo el líquido.
- Endulzar y sazonar: Vuelve a colocar la leche en la licuadora y agrega el endulzante, la pizca de sal y la esencia de vainilla si lo deseas. Licúa nuevamente para integrar todo.
- Guardar: Vierte la leche en una botella de vidrio y refrigera. Dura aproximadamente 3-4 días en el refrigerador.
Consejos:
Puedes tostar ligeramente las semillas de sésamo antes de remojarlas para darle un sabor más intenso.
Si prefieres una leche más cremosa, puedes aumentar la proporción de semillas o reducir la cantidad de agua.
Los residuos sólidos (pulpa) que quedan después de colar pueden usarse en otras recetas, como galletas o batidos.
¡Disfruta de tu leche de ajonjolí casera, rica en calcio y deliciosa!
