
Seguramente conoces el níspero por su fruta dulce y jugosa, pero lo que muchos no saben es que sus hojas también tienen propiedades medicinales muy interesantes. Desde hace siglos, se han usado en remedios caseros para aliviar diferentes molestias, sobre todo respiratorias y digestivas.

Estas hojas contienen antioxidantes, flavonoides y otros compuestos que ayudan a fortalecer el cuerpo. Por ejemplo, si tienes tos, bronquitis o sientes el pecho cargado, una infusión de hojas de níspero puede ayudarte a respirar mejor gracias a su efecto antiinflamatorio y expectorante. También sirve para bajar la fiebre o aliviar los síntomas del resfriado.
En el estómago también hacen su trabajo. Tomar esta infusión puede ayudar si tienes acidez, inflamación o digestiones pesadas. Además, ayuda al hígado y a los riñones a hacer mejor su trabajo de limpieza.
Algunas personas con problemas de azúcar en sangre también han notado mejoras, ya que estas hojas ayudan a regular la glucosa y pueden ser un apoyo para quienes viven con diabetes tipo 2. También se dice que ayudan a controlar el colesterol y la presión, protegiendo así el corazón.
¿Cómo se preparan?
Lava bien entre 5 y 7 hojas (pueden ser frescas o secas), córtalas y ponlas a hervir en un litro de agua por unos 10 minutos. Luego, deja que repose un poco, cuela y tómala tibia. Puedes beber una o dos tazas al día, idealmente en ayunas o antes de dormir.
Un consejo importante
Aunque es natural, no significa que sea para todos ni que reemplace los tratamientos médicos. Si estás embarazada, lactando o tienes alguna enfermedad crónica, lo mejor es preguntar a tu médico antes de tomarla de forma regular.
En resumen, las hojas de níspero pueden ser una gran aliada si buscas opciones naturales para sentirte mejor. Son fáciles de preparar, accesibles y han formado parte de los remedios tradicionales por generaciones.
