5 horas de col rizada (kale) o de cualquier otra verdura de hoja verde que tengas a mano y que esté de temporada.
350 g de guisantes o arvejas
1 cabeza mediana de brócoli
1 rama de apio
1 cebolla mediana
1 diente de ajo
125 g de copos de avena
125 g de pan rallado sin harina, cetogénico o tu rebosador
80 g de nueces picadas
Sal de mar y pimienta al gusto
Para acompañar la hamburguesa: unas hojas de espinaca baby, cebolla morada y tomate.
Para la salsa (opcional): haz una veganesa y añade 2 tomates secos (rehidratados durante 1 hora en un poco de aceite de oliva virgen extra).
Pon agua a calentar y cuando rompa a hervir añade los guisantes y el brócoli partido en arbolitos. Cocina durante 7 minutos, después retira del fuego y escurre. Reserva.
Mientras, a fuego medio sofríe la cebolla cortada en juliana junto con el ajo en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté listo añade los guisantes y el brócoli y el apio cortado fino. Tapa y deja cocinar por 2 minutos.
Deja enfriar un poco y pasa el contenido de la sartén a un procesador de alimentos o también puedes usar la batidora de mano para hacer como una especie de puré denso. No hace falta que esté totalmente homogeneizado, si dejas algunos trozitos quedan bien.
En un bol pon la avena, el pan rallado y las nueces. Añade la masa que hemos hecho y salpimenta la gusto. Mezcla todo bien y ve haciendo bolitas, las pones sobre la bandeja y las aplastas poco a poco hasta que tengan un grosor de no más de 3 cm.
En una sartén pon un poco de aceite de oliva virgen extra y ve cocinando las hamburguesas. Con 3 ó 4 minutos por cada lado es suficiente, después las das la vuelta con cuidado.