3/4 taza de harina de garbanzos
6 cucharadas de harina de coco
1 cucharada de fécula de patata
1 cucharada de levadura en polvo sin gluten
3/4 cucharadita de canela molida
1/2 cucharadita de sal marina fina
3 cucharadas de aceite de coco virgen frío, cortado en trozos pequeños
2 cucharadas de cáscara de psyllium
1 cucharada de azúcar de coco (o edulcorante de elección)
3/4 taza de puré de calabaza (no relleno de pastel)
1/2 taza de leche de coco bien revuelta (con toda la grasa)
2 cucharadas de agua
Fécula de patata adicional
INSTRUCCIONES
Precaliente el horno a 400°F (200°C). Cubra una bandeja para hornear grande con papel pergamino.
En un tazón grande, mezcle la harina de garbanzos, la harina de coco, la fécula de patata, el polvo de hornear, la canela y la sal. Usando una batidora de repostería o dos cuchillos, corte en aceite de coco hasta que se desmorone.
En un tazón pequeño, mezcle el psyllium, el azúcar de coco, la calabaza, la leche de coco y el agua hasta que estén bien mezclados. Dejar reposar durante 5 minutos para que espese.
Agregue la mezcla de calabaza a la mezcla de harina y revuelva hasta que se mezclen.
Voltee la masa sobre una superficie ligeramente espolvoreada con almidón de patata y amase brevemente hasta que la masa se una. Golpee suavemente en un rectángulo de 7 por 5 pulgadas, aproximadamente 1/2 pulgada de grosor. Corte en 8 cuadrados y colóquelos a 2 pulgadas de distancia en una bandeja para hornear preparada.
Hornee en horno precalentado durante 15 a 20 minutos o hasta que estén doradas. Transfiera las galletas a una rejilla y deje que se enfríen un poco. Servir tibio.
NOTAS
Almacenamiento: Guarde las galletas enfriadas en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 2 días o en el congelador hasta por 3 meses. Deje descongelar a temperatura ambiente durante 1 a 2 horas antes de servir.