1/2 calabaza mediana
1 taza de coco rallado
1/3 taza de aceite de coco
1/3 taza de harina de coco
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de jengibre en polvo
1 cucharada de miel cruda
1/2 cucharadita de bicarbonato
Precalentamos el horno a 180º.
Cocemos la calabaza hasta que veamos que quede blandita. Colamos el agua de la cocción y lo guardamos, nos servirá para hacer purés, salsas, sopas…
En una procesadora de comida batimos la calabaza hasta que se forme una pasta tipo puré. Añadimos el resto de los ingredientes y batimos hasta que quede una masa homogénea.
En una bandeja de rejilla del horno pondremos un papel de hornear, y sobre este echamos una cucharada de masa y la aplastamos hasta que quede una capa homogénea de masa tipo galleta. Repetimos el proceso en toda la bandeja.
Introducimos la bandeja en el horno y al cabo de unos 30 minutos podemos apagarlo.
Si queremos que las galletas queden más crujientes las dejaremos otros 30 minutos en el horno apagado. Iremos comprobando la textura a lo largo del tiempo de horneado ya que, dependiendo del horno y la cantidad de agua de cocción que haya quedado en la masa, las galletas estarán listas antes o después. Podemos tomar la referencia de que los bordes vayan tostándose.