
Fáciles, nutritivas y deliciosas. Perfectas para el desayuno, merienda o un antojo dulce sin remordimientos.
Ingredientes:
1 taza de avena tradicional (90 g)
50 g de arándanos rojos deshidratados (puedes usar pasas o trocitos de ciruelas si prefieres)

Ralladura de 1 limón (opcional pero aporta frescura)
1/4 taza de nueces picadas (30 g)
1/4 taza de dátiles sin hueso picados (35 g)
1 huevo grande
2 cucharadas de mantequilla derretida (30 g) — puedes reemplazar por aceite de coco
1/2 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
1 pizca de sal
(Opcional) 1/4 cucharadita de canela en polvo para dar un toque cálido
Instrucciones:
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y prepara una bandeja con papel para hornear.
Mezcla los ingredientes secos:
En un bol grande, mezcla la avena, arándanos, ralladura de limón, nueces, dátiles, sal y canela (si usas).
Prepara los ingredientes húmedos:
En otro recipiente, bate el huevo, añade la mantequilla derretida y la vainilla.
Une las mezclas:
Vierte los ingredientes húmedos sobre los secos y mezcla con una espátula o cuchara hasta que todo quede bien incorporado. La mezcla será densa.
Forma las galletas:
Con una cuchara, toma porciones y colócalas en la bandeja formando montoncitos. Aplánalas ligeramente con los dedos o el dorso de la cuchara.
Hornea:
Lleva al horno por 12 a 15 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas por los bordes. El centro debe seguir suave.
Enfría y disfruta:
Deja enfriar 5 minutos en la bandeja y luego pásalas a una rejilla. Se pondrán más firmes al enfriarse.
Consejos:
Para más suavidad: Puedes dejar los dátiles en remojo 5 minutos en agua caliente antes de picarlos.
Más proteínas: Añade 1 cucharada de semillas de chía o lino molido a la mezcla.
Versión vegana: Sustituye el huevo por 1 cucharada de chía o lino molido + 3 cucharadas de agua (reposadas por 10 min).
Conservación: Guárdalas en un frasco hermético por hasta 5 días. También se pueden congelar.
