Cada persona tiene una forma y estructura corporal única, pero si alguna vez te has preguntado por qué a algunos les cuesta ganar peso mientras otros luchan por perderlo, la respuesta podría estar en tu tipo de cuerpo. Entender si eres ectomorfo, mesomorfo o endomorfo puede marcar la diferencia entre frustrarte con tus rutinas o lograr resultados reales y duraderos.
Estos tres somatotipos —como se les llama en el mundo del fitness— fueron propuestos para clasificar cómo funciona el metabolismo y cómo el cuerpo tiende a ganar músculo o grasa. No se trata de encasillarte, sino de conocerte mejor para ajustar tu alimentación, tu entrenamiento y tus expectativas de una forma más realista.

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Vamos a explorar uno por uno estos tipos de cuerpo, sus características más comunes y, lo más importante, cómo puedes sacarles el máximo provecho sin importar cuál sea el tuyo.
- Ectomorfo: el cuerpo naturalmente delgado
Los ectomorfos son esas personas que parecen comer de todo sin ganar un solo gramo. Tienen una estructura corporal delgada, extremidades largas, hombros estrechos y un metabolismo acelerado que quema calorías con facilidad. Suelen tener dificultades para aumentar masa muscular, incluso cuando entrenan con pesas o aumentan su ingesta calórica.
Pero ojo: eso no significa que no puedan construir músculo, solo que su cuerpo necesita otro enfoque. Lo ideal para un ectomorfo es una alimentación alta en calorías de calidad, rica en proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables. Las comidas frecuentes —cada 3 o 4 horas— ayudan a mantener un flujo constante de energía y nutrientes.
En cuanto al entrenamiento, lo mejor es centrarse en ejercicios compuestos como sentadillas, peso muerto o press de banca, evitando el exceso de cardio. Los descansos también son vitales, ya que el cuerpo delgado tiende a sobreentrenarse fácilmente.
En resumen, si eres ectomorfo, tu reto no es solo entrenar fuerte, sino comer lo suficiente y descansar lo necesario para darle tiempo al cuerpo de construir músculo.
- Mesomorfo: el equilibrio perfecto
Los mesomorfos son los afortunados del grupo. Tienen una estructura corporal naturalmente atlética, con hombros anchos, cintura estrecha y una buena proporción de masa muscular. Su metabolismo es equilibrado, lo que les permite ganar músculo con facilidad y mantener un nivel de grasa corporal moderado.
Sin embargo, esto no significa que puedan comer sin cuidado o saltarse los entrenamientos. Su físico responde bien al esfuerzo, pero también puede perder definición si se descuidan. La clave para los mesomorfos es mantener una dieta balanceada: suficiente proteína para mantener el músculo, carbohidratos moderados para energía y grasas saludables para regular hormonas y rendimiento.
En el gimnasio, los mesomorfos pueden beneficiarse de una combinación de fuerza y entrenamiento cardiovascular. Por ejemplo, alternar días de pesas con sesiones de HIIT (entrenamiento por intervalos) para mantener el metabolismo activo. La variedad es su mejor aliada, ya que su cuerpo responde bien a diferentes estímulos.
