¿Cuánto dura un hombre en olvidar a una amante?


Olvidar a una amante no tiene un plazo exacto, ya que depende de muchos factores emocionales, personales y circunstanciales. Sin embargo, diversos estudios y experiencias indican que el tiempo que tarda un hombre en superar una relación extramarital o paralela varía según la intensidad del vínculo, la frecuencia del contacto, y el nivel de compromiso emocional involucrado.

En muchos casos, los hombres no buscan solo placer físico en una amante; también puede existir una conexión emocional profunda. Cuando se trata de una relación que implicó confidencias, apoyo mutuo o sueños compartidos, el proceso de olvido puede ser más largo y doloroso. Algunos expertos en psicología afirman que puede tomar entre 6 meses y 2 años para que un hombre logre soltar completamente a una amante con la que tuvo un lazo significativo.

La duración del duelo emocional también depende de si el hombre decidió terminar la relación o si fue la amante quien puso fin al vínculo. En el primer caso, el proceso puede ser más racional, con menos sufrimiento. En cambio, cuando es la otra persona quien se aleja, el impacto puede ser más fuerte, generando sentimientos de rechazo, culpa o arrepentimiento, lo que retrasa la sanación.

Otro elemento importante es si el hombre continúa con su relación formal o decide separarse. Quienes intentan volver a enfocarse en su matrimonio o pareja oficial pueden tener más dificultades para cerrar emocionalmente el capítulo con la amante, especialmente si sienten que algo les “faltaba” en su relación principal y lo encontraron en la otra persona.

La presencia de recuerdos constantes, como fotos, mensajes o lugares compartidos, también influye en el tiempo que tarda en olvidar. El desapego emocional no es automático: requiere introspección, aceptación y, en muchos casos, apoyo psicológico o terapia.

En conclusión, no hay un tiempo universal que determine cuánto dura un hombre en olvidar a una amante. Lo que sí está claro es que el proceso varía según la profundidad emocional del vínculo, las circunstancias del rompimiento y la disposición personal para sanar y seguir adelante. El olvido no siempre significa borrar todo recuerdo, sino lograr que deje de doler y permita avanzar sin cargas emocionales del pasado.