4 personas
Ingredientes
200 grs de mijo (pelado) Lo venden así.
5 tomates secos hidratados 10 min en agua
4 sardinas en aceite de oliva (a ser posibles ecológicas y sustituibles por otro pescado)
sal marina
1/2 cebolla
1 diente de ajo
5 cucharadas de tomate triturado
perejil
orégano
aceite de oliva virgen
levadura nutricional o parmesano (opcional)
pipas de girasol y de calabaza (opcional)
Elaboración
Lavar el mijo en un colador de agujeros pequeños.
Colocar una olla al fuego con agua y una cucharadita rasa de sal. Cuando empiece a hervir, añadir el mijo y cocinar (removiendo de vez en cuando) durante 15-20 min a fuego medio-lento. El tiempo es aproximado, a los 15 min comprobar si está hecho. Si es así retiráis del fuego o, por el contrario, lo dejáis un poco más.
Cuando el mijo esté hecho. La pasamos por debajo del chorro de agua fría de nuevo en un colador fino y escurrimos bien. Lo ponemos en un plato para que se vaya enfriando para poder trabajarlo con las manos.
Picamos la cebolla, el ajo, los tomates secos, el perejil y desmigamos las sardinas.
En una sartén añadimos dos cucharas de aceite de oliva y sofreímos la cebolla, el ajo y los tomates secos a fuego lento. Cuando la cebolla haya tomado un color transparente, añadiremos el tomate triturado, el orégano y un poquito de sal y cocinaremos unos 5 minutos a fuego lento. Cuando esté listo, retiraremos del fuego y añadiremos el perejil picado y las sardinas.
Colocamos el sofrito sobre el mijo que habíamos reservado y removemos para que todos los ingredientes se integren. Dejamos que se templen para poder trabajar la mezcla con las manos.
Colocamos una hoja de papel de horno sobre una bandeja de rejilla y ponemos en marcha el horno, temperatura 180ºC, calor arriba y abajo.
Con una cuchara sopera cogemos una porción de “masa” y le damos forma con las manos. Para que sea más fácil de manejar, nos podemos poner unas gotas de aceite de oliva en las manos, así evitamos que se nos pegue.
Colocamos la croqueta en la bandeja del horno y le acabamos de dar la forma deseada. Y así, hasta hacerlas todas. Podéis juntarlas bastante porque como no van a crecer en el horno, no hay riesgo de que se acaben pegando entre sí.
Cuando las tenemos todas colocadas, espolvoreamos generosamente cada croqueta con la levadura nutricional o, si preferís, con queso parmesano o parmesano vegano y unas pipas de calabaza y girasol e introducimos la bandeja en el horno.
Pasados unos 20 minutos, las croquetas deberían estar listas, pero como he comentado antes, mi consejo es que os aseguréis de que por fuera están algo crujientes, esto les dará mayor consistencia.
Notas de la Receta
Para acompañar estas croquetas podéis preparar una buena ensalada o también una salsa de tomate casera o una salsa de yogur….para dippear.
Recordar que si preferís, podéis cambiar las sardinas por otro pescado (merluza, salmón, atún….pero deberá estar previamente cocinado).