150 gr de copos de avena finos
3 cucharaditas de sésamo blanco crudo
3 cucharaditas de sésamo negro
1 cucharadita de ajo en polvo
50 gr de pipas de girasol sin tostar
2 cucharadas de harina de avena
200 gr de agua caliente
1 cucharada de aceite de oliva
sal
Precalentamos el horno a 200°, con calor arriba y abajo.
En un bol ponemos los copos de avena, el sésamo, el ajo en polvo, las pipas de girasol y la harina de avena. Salamos y mezclamos.
Añadimos el agua y el aceite. Mezclamos y dejamos reposar unos diez minutos.
Volcamos sobre una lámina de papel de hornear, ponemos otra lámina encima, pasamos un rodillo y estiramos la masa hasta dejarla fina. Retiramos el papel, añadimos un par de puñados más de pipas y espolvoreamos ligeramente con sal. Volvemos a poner la hoja de papel, y pasamos el rodillo presionando para que las pipas se fijen a la masa.
Retiramos la hoja de papel de arriba.
Llevaremos al horno hasta que los bordes comiencen a dorarse.
Sacamos, dejamos que enfríe y troceamos.