Ingredientes
Pulpa de maracuyá: 1 taza (aproximadamente 250 ml)
Leche condensada: 1 lata (397 g)
Crema de leche o nata líquida: 1 taza (250 ml)
Azúcar (opcional): 2 cucharadas (si te gusta más dulce)
Maracuyá fresco (para decorar, opcional): 1 unidad
Preparación
Preparar la pulpa:
Si usas maracuyás frescos, corta las frutas y extrae la pulpa con una cuchara. Pásala por un colador para separar las semillas, o déjalas si prefieres un toque crujiente.
Mezclar los ingredientes:
En un bol, agrega la pulpa de maracuyá, la leche condensada y la crema de leche.
Mezcla suavemente con una batidora eléctrica o a mano hasta que todo esté bien integrado. Si deseas un sabor más dulce, añade las 2 cucharadas de azúcar.
Batir la mezcla:
Si tienes batidora eléctrica, bate durante 2-3 minutos para darle más aire a la mezcla y obtener un helado más cremoso.
Si no, mezcla a mano con una espátula hasta que quede homogéneo.
Congelar:
Vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador.
Cubre con papel film o una tapa para evitar que se formen cristales de hielo.
Lleva al congelador por al menos 4-6 horas, removiendo cada 1-2 horas para que quede más suave y cremoso.
Servir:
Una vez listo, saca el helado unos minutos antes de servir para que sea más fácil de manipular.
Decora con pulpa fresca de maracuyá o unas hojitas de menta.