
No llevan harina de trigo ni levaduras que contengan gluten, son muy fáciles de preparar y tienen una textura suave que se deshace en la boca.
Además, se pueden conservar durante varios días sin perder su sabor.
Ingredientes
250 g de maicena (fécula de maíz)
100 g de manteca sin sal (a temperatura ambiente)

1 huevo grande
80 g de azúcar impalpable o azúcar de coco pulverizada
1 cucharadita de esencia de vainilla
½ cucharadita de polvo de hornear sin gluten
1 pizca de sal
Preparación
En un bol grande, batí la manteca junto con el azúcar impalpable. Hacelo hasta que la mezcla quede cremosa y de color más claro.
Agregá el huevo y la esencia de vainilla. Batí bien hasta que todo quede bien integrado.
Tamizá la maicena junto con el polvo de hornear y la pizca de sal. Este paso es importante para que las galletas queden livianas y sin grumos.
Incorporá de a poco los ingredientes secos a la mezcla anterior. Primero mezclá con una espátula o cuchara de madera, y luego, cuando la masa lo permita, terminá de unir con las manos. La masa debe quedar suave, lisa y sin pegarse en los dedos.
Colocá la masa sobre un papel manteca o un trozo de film. Estirala con un palo de amasar hasta que quede de un grosor de aproximadamente 0,5 cm.
Con cortantes de galletas (pueden ser en forma de corazón, estrella o redondas), cortá las porciones y acomodalas en una bandeja previamente enmantecada o forrada con papel manteca.
Precalentá el horno a 170 °C y llevá las galletitas a hornear durante unos 10 a 12 minutos. No deben dorarse demasiado, solo los bordes deben quedar apenas doraditos.
Retiralas del horno y dejalas enfriar sobre una rejilla para que queden crocantes por fuera pero suaves por dentro.
Consejos:
Si querés, podés espolvorear las galletas con un poco más de azúcar impalpable una vez frías.
También podés agregar ralladura de limón o naranja a la masa para darle un toque cítrico.
Estas galletitas son ideales para acompañar el mate, el café o una merienda liviana.
Guardalas en un frasco hermético o en una lata metálica para conservar su frescura hasta por una semana.
Con esta receta, vas a obtener unas galletas sin gluten deliciosas, fáciles de preparar y aptas para toda la familia.
