Cómo hacer Crema rejuvenecedora Anti-Arrugas Casera

Esta crema casera aporta una textura suave y firme gracias a una combinación simple de ingredientes naturales.

Su fórmula ayuda a mejorar la hidratación y genera un efecto tensor suave que deja la piel con una sensación más pareja.

Qué necesitás
1 clara de huevo
1 cucharada de maicena

1 cucharada de miel pura
1 cucharadita de agua fría
Un frasco de vidrio limpio y seco

Un bowl pequeño
Un batidor de mano o tenedor
Una olla para baño María

Paso a paso
Colocar la clara de huevo en un bowl limpio y batirla durante unos segundos. No es necesario que llegue a punto nieve; basta con que quede ligeramente espumosa para que la mezcla final tenga más aire y una textura más ligera.

Agregar la miel pura e integrar con movimientos constantes. Es importante mezclar bien para que la miel se adhiera correctamente a la clara y no queden filamentos o zonas más espesas.

En otro recipiente pequeño, disolver la maicena con una cucharadita de agua fría. Este paso es clave para evitar la formación de grumos que podrían afectar la textura final de la crema. Mezclar hasta obtener una pasta suave.

Incorporar la mezcla de maicena al bowl principal. Revolver con paciencia hasta lograr una consistencia uniforme, sin restos de fécula visibles.

Preparar un baño María calentando agua en una olla y colocando encima el bowl con la mezcla, cuidando que el recipiente no toque el agua caliente.

Cocinar la mezcla al baño María durante uno o dos minutos mientras se revuelve sin parar. La crema debe espesar de forma gradual, convirtiéndose en una textura más densa y cremosa. No permitir que hierva para evitar que la clara se cocine de más y se formen grumos sólidos.

Retirar del calor una vez que tenga el espesor deseado y dejar enfriar a temperatura ambiente.

Cuando la mezcla esté fría, colocarla en un frasco de vidrio bien limpio con tapa hermética. Guardar en la heladera para conservar su frescura y estabilidad durante un máximo de tres días.

Para usarla, lavar bien el rostro y secarlo sin frotar. Aplicar una capa fina sobre la piel, dejando actuar entre 15 y 20 minutos. Enjuagar con agua tibia y, si se desea, aplicar una crema hidratante suave después del tratamiento.

Tips y consejos:
Esta crema no debe aplicarse sobre zonas irritadas, heridas o piel muy sensible.

Si existe alergia a la miel o al huevo, no es recomendable usar esta preparación.

Para mayor seguridad, realizar una pequeña prueba en el antebrazo antes del primer uso.

No aplicar cerca del contorno de ojos para evitar irritaciones.

Si genera picazón o ardor, enjuagar de inmediato y suspender su uso.

Mantener siempre refrigerada para evitar que la clara se degrade con el tiempo.

Esta crema casera ofrece una textura firme y suave, dejando la piel más hidratada y con una apariencia más pareja tras un uso constante.