
Si buscas una guarnición ligera, saludable y deliciosa, esta receta de calabacitas con champiñones salteados es perfecta para ti. Con una combinación de ingredientes frescos y aromáticos, este platillo resalta por su sencillez y exquisito sabor, ideal para acompañar carnes, pescados o disfrutar solo.
Lo mejor de esta receta es su rapidez y versatilidad. En menos de 20 minutos, lograrás un salteado con una textura tierna y un toque de ajo y tomillo que realzan el sabor natural de los vegetales. Además, el queso parmesano opcional añade un extra de cremosidad que lo hace irresistible.

Ingredientes:
2 calabacines grandes, cortados en medias lunas
2 tazas de champiñones, rebanados
2 cucharadas de aceite de oliva
2 dientes de ajo, picados
1 cucharadita de tomillo seco
Sal y pimienta al gusto
1/4 taza de queso parmesano rallado (opcional)
Perejil fresco picado (para decorar)
Preparación:
- Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio.
- Agrega el ajo y saltéalo durante 1 minuto hasta que desprenda su aroma.
- Incorpora los champiñones y cocina por unos 5 minutos hasta que empiecen a dorarse.
- Añade las rodajas de calabacín y el tomillo. Salpimienta al gusto.
- Cocina entre 7 y 10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el calabacín esté tierno.
- Si deseas, espolvorea queso parmesano y deja que se derrita.
- Decora con perejil fresco antes de servir y disfruta. Consejos Finales:
Si prefieres un sabor más intenso, agrega un chorrito de jugo de limón al final de la cocción.
Puedes sustituir el tomillo por orégano o albahaca para variar el aroma.
Para un toque crujiente, agrega almendras fileteadas tostadas antes de servir.
Ventajas:
El calabacín se caracteriza por su elevado contenido en agua, seguido de los hidratos de carbono, y su bajo contenido en lípidos y proteínas; estas características, ligadas la presencia de fibra, hacen del calabacín un alimento adecuado para dietas de adelgazamiento.
Contiene vitamina A, B, C; magnesio, sodio, yodo, hierro, calcio y potasio; sustancias que ayudan en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del material genético o en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.
Además, poseen acción antioxidante, regulan los niveles de agua en la célula, y mejoran el funcionamiento intestinal y digestivo.
