3-4 calabacines, rodajas pequeñas o medianas de ¼ de pulgada (alrededor de 1½ libras)
½ cucharadita de sal kosher
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla pequeña en rodajas
2-3 dientes de ajo picados
1 cucharada de perejil fresco u orégano picado
pimienta al gusto
3-4 cucharadas de queso parmesano. rallado, opcional
más perejil fresco u orégano para decorar opcional
INSTRUCCIONES
Recorte los extremos y corte los calabacines en rodajas de ¼ de pulgada.
Coloque en un colador y espolvoree con ½ cucharadita de sal kosher. Mezcle y deje reposar durante 20-30 minutos.
Coloque una toalla de cocina limpia en la encimera. Retire las rodajas de calabacín del colador y colóquelas en el paño de cocina. Seque suavemente la parte superior con otro paño de cocina. También se pueden utilizar toallas de papel.
Agregue 3 cucharadas de aceite de oliva en una sartén de hierro fundido de 12 pulgadas (o más ancha) con lados altos a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente pero no humeante, agregue la chalota y cocine por 2-3 minutos.
Aumente el fuego a medio-alto.
Agregue el calabacín en rodajas en una sola capa.
Cocine sin tocar hasta que se doren alrededor de los bordes, aproximadamente 3-4 minutos, luego voltéelos suavemente con unas pinzas; es posible que deba trabajar en lotes según el tamaño de su sartén.
Agregue ajo durante los últimos 2 minutos de cocción para infundir el calabacín con un sabor salado.
Retire la sartén del fuego, agregue 1 cucharada de perejil fresco picado u orégano y mezcle suavemente.
Pruebe y ajuste para sazonar.
Transfiera a un plato para servir.
Adorne con perejil extra u orégano y queso (si lo desea).