250 g de espinacas (2 paquetes chicos)
150 g de chauchas
150 g de zanahorias
200 g de calabacín
300 g de ricota entera o descremada
35 g de queso rallado
1 cucharada de menta fresca picada
5 huevos
Sal y pimienta
Preparación
Blanquear las hojas de espinacas es decir pasarlas por agua caliente y luego fría, escurrir y reservar.
Hervir las chauchas, las zanahorias peladas y cortadas en láminas y el calabacín, todo por separado.
En un bol, batir los huevos, la ricota, el queso rallado y la menta, hasta conseguir una mezcla cremosa. Salpimentar.
Enmantecar un molde para budín y espolvorear con un poco de queso rallado.
Forrar el fondo con las hojas de espinacas dejando algunas para cubrirlo por encima, y colocar un poco de la mezcla de ricota adentro.
Incorporar las verduras en capas, cubriéndolas luego con el resto de la mezcla de ricota. Tapar con las hojas de espinacas reservadas.
Cocinar a Baño María en horno precalentado a 180º por 60 minutos aproximadamente, hasta que al pincharlo con un cuchillo salga limpio
Retirar y dejar enfriar antes de desmoldar.
Se puede decorar con mayonesa.
Si se quiere comer caliente esperar unos minutos antes de desmoldar para que no se rompa.
Es ideal para una comida informal con pan casero integral y gelatina de frutas.
La menta es opcional, si no está habituada a su uso poner apenas unas hojitas
Se puede reemplazar las chauchas por zuchini o flores de brócoli cocidas al vapor
Si no se consiguen espinacas hacerlo con acelgas sin los tallos
Se puede completar la comida con pechugas de pollo a la plancha con ajo y limón