INGREDIENTES (para un molde de 20 x 11)
250 gr de manzanas muy picaditas
2 huevos
60 gr de panela o azúcar moreno, pero variará la cantidad, ir probando.
1 yogur natural (125 gr)
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
150 gr de harina integral
1 cdta de canela molida
¼ jengibre molido
¼ levadura de repostería
¼ bicarbonato
Zumo de 1 limón para que la manzana no oscurezca
2 puñados de nueces
Precalentamos el horno a 180°, con calor arriba y abajo.
Puedes engrasar un molde con mantequilla, luego espolvorearlo con harina y que cubra todo el molde, lo pondremos boca abajo y daremos un golpe seco para eliminar los restos de harina. Si lo prefieres, puedes forrar con papel de horno el molde y de esta forma podrás desmoldarlo con facilidad.
Ahora exprimimos el limón y el zumo lo pondremos en un bol.
Vamos a lavar, pelar y trocear la manzana, eliminando el corazón. Si tienes un procesador tritura la manzana en trocitos pequeños, también puedes hacerlo con un rallador manual. Añadimos la manzana y mezclamos muy bien con el zumo reservado.
En otro recipiente echamos los huevos y el azúcar y mezclamos muy bien. Añadimos el yogur y el aceite de oliva. Mezclamos.
Ahora añadimos la harina, la canela, el jengibre, la levadura y el bicarbonato. Echaremos la manzana troceada (reservando unos trocitos para añadir por encima) y el puñado de nueces partidas. Mezclamos.
Volcamos en el molde, añadimos unos trocitos de manzana por encima y llevaremos al horno durante 30 minutos o hasta que al pincharlo con una aguja, esta salga limpia. Saca del horno y deja que enfríe durante 10 minutos. Desmolda.
Evita la tentación de hincarle el diente hasta que no esté completamente frío y ya sabes siempre mejor de un día para otro.