
Un poquito de historia con aroma a canela…
Dicen que no hay nada más reconfortante que el olor de un bizcocho horneándose con manzana y canela .
Este bizcocho tiene raíces en la repostería tradicional europea , donde las abuelas lo preparaban para las meriendas de otoño , usando las manzanas caídas del jardín y lo que hubiera en la despensa.

Hoy lo traemos con un toque casero, saludable y ¡sin complicaciones! Porque si algo tiene este bizcocho es que… ¡nunca sobra, siempre falta!
Ingredientes (molde de 20 cm)
2 manzanas medianas (fuji, gala o reineta)
3 huevos
100 g de azúcar (puede ser panela o eritritol para versión sin azúcar)
100 ml de leche (puede ser vegetal)
200 g de harina (puede ser integral o de avena)
80 ml de aceite vegetal o mantequilla derretida
1 cucharadita de canela en polvo
10 g de polvo de hornear
Ralladura de 1 limón (opcional)
(Opcional) Nueces o pasas al gusto
Paso a paso esponjoso
Precalienta el horno a 180 °C y engrasa el molde
Pela y corta las manzanas en láminas finas. Reserva
Bate los huevos con el azúcar hasta que espumen y doblen su volumen
Agrega el aceite y la leche. Mezcla suave
Añade la harina tamizada, el polvo de hornear y la canela. Integra bien
Incorpora las manzanas (puedes dejar unas para decorar por encima)
Vierte la mezcla en el molde y hornea durante 40–45 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga seco
Deja enfriar sobre rejilla… ¡y a disfrutar!
Valor nutricional aproximado (por porción – 1/8 del bizcocho)
Nutriente Cantidad
Calorías 210 kcal
Proteína 4 g
Grasas 8 g
Carbohidratos 30 g
Azúcar 12 g
Fibra 2 g
Versión con eritritol y harina de avena tiene menos calorías y más fibra
Anécdota de horno…
Una vez, usé manzanas verdes pensando que eran lo mismo…
¡Terminé con un bizcocho ácido que ni mi perro quiso!
Desde entonces, manzana dulce y amor, siempre
Tips extra:
Agrega nueces tostadas para un toque crujiente
Puedes reemplazar la leche por yogur natural para más humedad
Sirve con un toque de miel o compota natural si quieres un plus
¿Tú cómo lo prefieres?
¿Con un café humeante , un matecito amargo o una taza de té?
¡Cuéntame y guarda esta receta para tus tardes de ternura casera
