Para un molde de 25cm ø aprox. Unas 10 porciones)
300g de calabacín (ya pelado)
6 claras de huevo
1 huevo
50g leche desnatada en polvo (la hay en Mercadona y otros supermercados)
30g harina de avena (sabor vainilla, cookies, choco banco o similar…)*
1 sobre y medio de gasificante para reposterñia
4 gotas de aroma de vainilla
200g de queso de untar light (
Edulcorante
Una pizca de sal
Preparación:
1
Ponemos el horno a precalentar arriba y abajo a 170º.
2
Procesamos el calabacín ya pelado en una trituradora o batidora. Sino, podemos rallarlo con el rallador fino de mano.
3
Lo ponemos en un escurridor o colador grande y lo aplastamos con las manos quitándole el exceso de agua. Cuanto más seco quede, mejor!
4
Volvemos a echarlo en un bol o vaso grande y añadimos la leche en polvo, la yema del huevo (la clara la reservamos), la avena, las gotas de vainilla, edulcorante al gusto (nosotros echamos unas 3 cucharadas soperas) y una pizca de sal. Lo batimos todo hasta crear un puré.
5
Por otro lado en un gran vaso o bol echamos las 7 claras más la clara que nos sobró del huevo y las montamos a punto de nieve. Cuando ya están listas echamos el gasificante y batimos para integrarlo bien (ojo, que aquí las claras empiezan a subir y se pueden salir del vaso, si quieres puedes hacerlo en dos partes, mitad y luego la otra mitad).
6
Cuando ya tenemos las claras listas vamos añadiéndoles poco a poco el puré de calabacín con movimientos envolventes. (Nosotros usamos una lengua de silicona)
7
Engrasa el molde con una servilleta mojadita en aceite de coco o mantequilla y vierte la mezcla.
8
Lleva al horno por unos 30′ (ve echándole un ojo de vez en cuando).
9
Cuando esté listo sácalo y déjalo enfriar.
10
Para la cobertura o “frosting” de queso crema sólo tienes que añadir al queso un par de gotas de vainilla y un poquito de edulcorante (que no quede muy dulzón, esto contrastará con el bizcocho y le dará un punto muy rico).