2 calabacines pequeños
2 huevos
2 cucharadas soperas colmadas de harina (puedes usarla integral si lo deseas)
3 ó 4 cucharadas de pan rallado sin harina,cetogénico, etc
Una pizca de sal
Una pizca de pimienta negra
Aceite de oliva suave o de girasol o maíz
Otros condimentos como; pimentón dulce, ajo en polvo, sazonador ‘Tex-mex’ casero, curry, comino, orégano, tomillo, queso parmesano rallado etc
ELABORACIÓN
- Lava, seca y elimina ambos extremos de los calabacines. Córtalos en cuartos, retira las pepitas si tuvieran y termina partiendo en bastones del tamaño de patatas fritas aproximadamente.
Salpimenta y reserva unos instantes. - Echa la harina en una bolsa de plástico que esté bien limpia —utiliza una de las pequeñas que usamos para congelación o para bocadillos—. Mete los bastones de calabacín, cierra la bolsa y agita. Quedan perfectamente enharinados, es un trucazo que aprendí hace mucho tiempo y utilizo habitualmente.
- Embadurna los bastones que acabas de enharinar con el huevo batido.
- Mezcla el pan rallado con las hierbas o especias que hayas decidido poner (yo hoy he utilizado el sazonador ‘Tex-mex’ casero’ ¡Queda riquísimo!) y reboza ligeramente los bastones. Sacude para eliminar el exceso.
- Fríe en abundante aceite bien caliente hasta que queden ligeramente dorados. Te aconsejo freírlo por tandas y cambiar el aceite a medida que se vaya ensuciando. Saca a un plato que habrás cubierto con papel de cocina para que dejen allí el exceso de grasa.
- Sirve inmediatamente acompañado con mayonesa de cebollino —es muy fácil de hacer, únicamente tienes que preparar una mayonesa casera como lo hagas habitualmente y mezclar con un poquito de nata líquida, leche evaporada o yogur y una cantidad generosa de cebollino fresco picado— y disfruta.