
Introducción
Los alfajores de maicena son una de las delicias más emblemáticas de la gastronomía latinoamericana. Estas pequeñas galletas de textura delicada, unidas por un generoso relleno de dulce de leche y espolvoreadas con coco rallado, representan la perfecta combinación entre lo simple y lo extraordinario.
Cada bocado es una experiencia sensorial que transporta a las cocinas tradicionales argentinas, donde este manjar ha sido preparado con amor durante generaciones. En este artículo, te guiaré paso a paso para crear estos tesoros culinarios en tu propia cocina, permitiéndote disfrutar de un sabor auténtico que conquistará a familiares y amigos por igual.

Aperçu de la Receta
Los alfajores de maicena son galletas de textura delicada y desmenuzable, elaboradas principalmente con fécula de maíz (maicena), mantequilla y azúcar. La característica que los hace irresistibles es su generoso relleno de dulce de leche cremoso que une dos galletas, creando un contraste perfecto entre la suavidad del dulce y la textura quebradiza de las galletas.
Típicamente se cubren los bordes con coco rallado para darles un toque final tanto visual como de sabor. La preparación toma aproximadamente 2 horas, incluyendo el tiempo de refrigeración de la masa, y rinde alrededor de 24 alfajores, perfectos para compartir en cualquier ocasión especial o simplemente para disfrutar con un buen café o mate.
¿Por qué intentar esta receta?
Experiencia cultural auténtica: Preparar estos alfajores te permite conectar con una tradición culinaria latinoamericana de gran importancia.
Impresiona a tus invitados: Pocos postres caseros causan tanta sensación como unos alfajores recién hechos.
Versatilidad: Pueden servirse como postre, merienda o incluso como regalo personalizado.
Sabor incomparable: La combinación de la galleta de maicena, que se deshace en la boca, con el dulce de leche cremoso crea una experiencia gustativa difícil de olvidar.
Satisfacción personal: Dominar la técnica para hacer estos alfajores te brindará un sentimiento de logro culinario.
Actividad familiar: Es una receta perfecta para involucrar a niños y adolescentes en la cocina, especialmente en la decoración final.
Historia y Origen
Los alfajores tienen sus raíces en la tradición árabe y llegaron a América Latina durante la colonización española. La palabra “alfajor” deriva del árabe “al-hasú”, que significa “relleno”. Originalmente, en Al-Andalus (la España musulmana), eran dulces elaborados con miel, almendras, especias y pan rallado.
En Argentina, Uruguay y otros países del Cono Sur, los alfajores evolucionaron hasta convertirse en las galletas rellenas que conocemos hoy. La variante con maicena se popularizó especialmente en Argentina a finales del siglo XIX, cuando la inmigración europea introdujo nuevas técnicas de repostería que se fusionaron con los productos locales.
La incorporación del dulce de leche como relleno fue un aporte netamente latinoamericano que transformó completamente el concepto original. Hoy en día, cada país y región tiene su propia versión, pero los alfajores de maicena con dulce de leche se han convertido en un clásico indiscutible de la repostería argentina que ha conquistado paladares en todo el mundo.
Ingredientes e Instrucciones
Ingredientes para las galletas:
300 gramos de fécula de maíz (maicena)
200 gramos de harina de trigo común
200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
150 gramos de azúcar
3 yemas de huevo
1 huevo entero
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de polvo para hornear
Ralladura de limón (opcional)
Para el relleno y decoración:
400 gramos de dulce de leche repostero (espeso)
100 gramos de coco rallado
Azúcar glas (impalpable) para espolvorear
Instrucciones:
Preparación de las galletas:
Preparar los ingredientes secos: En un recipiente grande, tamiza y mezcla la fécula de maíz, la harina y el polvo para hornear. Reserva.
Cremar la mantequilla: En otro recipiente, bate la mantequilla (a temperatura ambiente) con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina, aproximadamente 5 minutos con batidora eléctrica o 10 minutos a mano.
Incorporar huevos: Agrega las yemas y el huevo entero de uno en uno, batiendo bien después de cada adición. Incorpora la esencia de vainilla y la ralladura de limón si la usas.
Formar la masa: Añade gradualmente la mezcla de ingredientes secos a la preparación húmeda. Mezcla suavemente hasta integrar, sin amasar en exceso. La masa debe quedar suave y no pegajosa.
Refrigerar: Envuelve la masa en film plástico y refrigera durante al menos 30 minutos (idealmente 1 hora). Esto facilitará su manipulación posterior.
Precalentar el horno: A 170°C (340°F).
Estirar la masa: Sobre una superficie ligeramente enharinada, estira la masa con un rodillo hasta obtener un grosor de aproximadamente 5-7 mm.
Cortar las galletas: Utiliza un cortador redondo de aproximadamente 5 cm de diámetro para cortar las galletas.
Hornear: Coloca las galletas en una bandeja para horno forrada con papel de hornear, dejando espacio entre ellas. Hornea durante 10-12 minutos o hasta que estén apenas doradas en los bordes pero aún pálidas en el centro.
Enfriar: Deja enfriar completamente las galletas sobre una rejilla antes de rellenarlas.
Armado de los alfajores:
Rellenar: Una vez frías las galletas, toma una y coloca aproximadamente una cucharada de dulce de leche en el centro. Cubre con otra galleta y presiona suavemente para distribuir el relleno hasta los bordes.
Decorar: Rueda los bordes de cada alfajor en el coco rallado, asegurándote de que el dulce de leche expuesto quede bien cubierto.
Presentación final: Opcionalmente, espolvorea ligeramente con azúcar glas por encima para darles un aspecto más elegante.
Reposo: Para obtener la mejor textura, deja reposar los alfajores durante algunas horas antes de consumirlos. Esto permite que las galletas absorban ligeramente la humedad del dulce de leche, logrando esa textura característica que se deshace en la boca.
Acompañamientos y Sugerencias de Servicio
Los alfajores de maicena son versátiles y pueden disfrutarse de diversas formas:
Clásico argentino: Acompáñalos con un mate bien caliente para una merienda tradicional.
Café o té: Un buen café o un té negro complementan perfectamente la dulzura de los alfajores.
Postre elegante: Sirve dos alfajores en un plato de postre con una bola de helado de vainilla o crema y algunas frutas rojas frescas para una presentación más elaborada.
Desayuno especial: Un alfajor puede convertir un desayuno ordinario en uno extraordinario cuando se acompaña de un café con leche.
Mesa dulce: En celebraciones, colócalos en una bandeja decorativa junto a otros dulces tradicionales como pastafrola o vigilantes.
Para mantener su frescura, guárdalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 5 días, o refrigéralos si el clima es muy cálido.
Variaciones de la Receta
Alfajores de chocolate
Sustituye 50 gramos de fécula de maíz por 50 gramos de cacao en polvo en la masa y rellena con dulce de leche mezclado con chocolate negro derretido.
Alfajores marplatenses
Baña los alfajores completamente en chocolate negro o blanco templado para una versión similar a los famosos alfajores de Mar del Plata.
Alfajores de maicena sin gluten
Reemplaza la harina de trigo por una mezcla de harinas sin gluten (arroz, almendra, etc.) en proporción 1:1 y añade 1/2 cucharadita de goma xantana para mejorar la textura.
Versión vegana
Utiliza margarina vegetal en lugar de mantequilla, sustituye los huevos por 4 cucharadas de compota de manzana sin azúcar, y prepara un dulce de leche vegano a base de leche de coco y azúcar de coco.
Mini alfajores
Reduce el tamaño del cortador a 3 cm para crear versiones mini, perfectas para fiestas o para controlar las porciones.
Beneficios para la Salud
Aunque los alfajores son principalmente un postre indulgente, algunos de sus ingredientes ofrecen beneficios:
Fécula de maíz: Es naturalmente libre de gluten (asegúrate de que esté certificada si tienes celiaquía) y de fácil digestión.
Coco rallado: Contiene fibra dietética y ácidos grasos de cadena media que pueden contribuir a la salud cardiovascular cuando se consumen con moderación.
Versiones adaptadas: Las variaciones mencionadas anteriormente permiten adaptar la receta para diferentes necesidades dietéticas, como intolerancias al gluten o dietas veganas.
Valor emocional: No debemos subestimar el beneficio para la salud mental y emocional de disfrutar ocasionalmente un postre tradicional que trae consigo recuerdos y conexiones culturales significativas.
Como con todos los dulces, la clave está en el consumo moderado y consciente, disfrutando de su sabor extraordinario como un placer ocasional.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Puedo preparar la masa con anticipación? Sí, la masa puede refrigerarse hasta 48 horas o congelarse por hasta un mes. Si la congelas, descongélala en el refrigerador antes de usarla.
¿Por qué mis galletas se quiebran al rellenarlas? Probablemente estén demasiado cocidas. Recuerda que deben quedar pálidas al sacarlas del horno. También es importante que estén completamente frías antes de manipularlas.
¿Puedo hacer mi propio dulce de leche? Absolutamente. Cocina a fuego lento una lata de leche condensada sumergida en agua durante 2-3 horas (asegurándote de que esté siempre cubierta de agua). Déjala enfriar completamente antes de abrir.
¿Cómo evito que el dulce de leche se derrame por los bordes? Asegúrate de usar dulce de leche repostero, que es más espeso que el común. También puedes refrigerar el dulce de leche antes de usarlo para que sea más fácil de manejar.
¿Los alfajores se pueden congelar ya armados? Se pueden congelar, pero la textura puede cambiar ligeramente al descongelarlos. Es preferible congelar las galletas sin rellenar y armarlos después de descongelar.
¿Qué puedo usar si no tengo cortador redondo? Un vaso pequeño o una taza de café pueden servir como cortadores improvisados.
¿Es normal que la masa sea quebradiza? Sí, la alta proporción de fécula de maíz hace que la masa sea naturalmente más frágil. Manipúlala con cuidado y, si está demasiado quebradiza, agrégale una cucharadita de leche.
Conclusión
Los alfajores de maicena con dulce de leche son mucho más que un simple postre; son un símbolo de la rica tradición culinaria latinoamericana y una expresión de amor compartida a través de generaciones. La magia de estos pequeños tesoros dulces radica en la combinación perfecta entre la textura desmenuzable de las galletas y la cremosidad del dulce de leche, creando una experiencia que cautiva todos los sentidos.
Prepararlos en casa, siguiendo esta receta tradicional, te permite no solo disfrutar de un sabor auténtico sino también participar en la preservación de un patrimonio gastronómico invaluable. Cada alfajor hecho a mano lleva consigo un pedacito de historia y cultura.
Te invito a que te animes a preparar estos deliciosos alfajores, compartiéndolos con tus seres queridos y creando así tus propios recuerdos dulces alrededor de esta maravillosa receta. ¡Los momentos compartidos saboreando estas delicias serán tan memorables como el postre
