
Qué pasaría si los secretos para una mejor salud estuvieran escondidos en tu cocina, ahí mismo, entre un diente de ajo y un diente olvidado? Este dúo, que a menudo utilizamos por separado en nuestros platos, bien podría tener virtudes poco conocidas cuando se combinan. Lo que estás a punto de descubrir podría mejorar tu vida diaria.
¡Prepárate para sorprenderte!
Ajo y clavo: dos tesoros bien guardados
Ajo: un superalimento de nuestra región
El ajo, ese pequeño bulbo que da sabor a tantas recetas regionales francesas –desde la sopa de ajo provenzal hasta la pierna de cordero con perejil– esconde en realidad propiedades notables . Utilizado desde la antigüedad, se considera un antibiótico natural. Gracias a la alicina, una molécula que se libera al triturar el ajo, ayuda a estimular el sistema inmunológico, mejorar la circulación sanguínea y reducir el colesterol. ¡Un verdadero aliado natural para nuestra salud!
