Cantidad: 5 cazuelas de barro
Ingredientes
300 g de acelga (o espinaca)
1 cebolla grande
4 huevos (claras y yemas por separado)
2 cdas de harina integral
Entre ¼ y ½ cdita de bicarbonato de sodio
2 cdas soperas de aceite de oliva
1 cda de queso rallado parmesano
Orégano 1 pizca
Sal y pimienta a gusto
Procedimiento
1- Lavar la acelga (o espinaca) y separar los tallos.
2- Picar la cebolla y los cabos de acelga bien bien chiquitos. Colocar en una olla con poca agua (lo suficiente para cubrirlos) y salar. Llevar al fuego y, cuando largue el hervor, cocinar por –exactamente– 10 minutos. Reservar.
3- Mientras, cortar en trozos pequeños la acelga/espinaca y, cuando se cuele el agua de la cebolla y tallos, volcarla sobre las hojas picadas. Llevar las acelgas/espinacas a licuadora o procesadora, condimentar con pimienta y orégano, y licuar bien.
4- Integrar la acelga/espinaca licuada a la preparación de la cebolla y tallos, agregar las dos cucharadas de harina integral (esto es para que absorba la humedad al cocinarse en el horno), el queso rallado y las dos cucharadas de aceite de oliva. Una vez que haya enfriado, incorporar las yemas de huevo.
5- Batir las claras a punto nieve. En este momento, agregar a la acelga/espinaca el bicarbonato de sodio (que ayuda a que la preparación leve). Mezclar.
6- Incorporar una pequeña porción de claras batidas a la acelga y mezclar con movimientos envolventes para igualar consistencias. Finalmente, agregar el resto de claras a nieve y terminar de mezclar con mucha suavidad.
7- Aceitar las cazuelas de barro (o un recipiente para horno), especialmente en los bordes (esto permite que el soufflé suba). Volcar la preparación con un cucharón hasta cubrir ¾ del recipiente, porque va a crecer.
8- Poner las cazuelas sobre una asadera y llevar a horno fuerte, previamente precalentado, hasta que dore (30 minutos).
Nota: Al momento de sacarlo del horno, los comensales deben estar listos porque –si no se come enseguida– el soufflé pierde altura con rapidez.
