60 g aceite de coco o aceite de oliva virgen extra
150 g pasta de dátiles (dátiles triturados con agua)
2 unidad(es) huevo
200 g calabaza cruda cortada en trozos pequeños
60 ml bebida vegetal o leche
1/2 cucharadita(s) canela molida
1/2 cucharadita(s) jengibre en polvo
1/4 cucharadita(s) nuez moscada molida en polvo
1 cucharadita(s) bicarbonato sódico
sal (1 pizca)
200 g copos de avena o harina integral
50 g chocolate negro 85% (opcional)
50 g nueces (opcional)
Elaboración
Precalentar el horno a 170ºC
En un bol, batimos el aceite, la pasta de dátiles y los huevos.
Cocinamos la calabaza en el microondas. Se puede hacer al vapor con un estuche para microondas, o simplemente la ponemos en un plato y lo tapamos con film. Cocinamos durante 10 minutos, y luego la aplastamos con la ayuda de un tenedor.
Añadimos al bol la calabaza, especias, leche, bicarbonato y sal. Batimos.
Añadimos también la harina. Si utilizamos copos de avena, los tendremos que triturar previamente para que queden con una textura de harina.
Lo batimos todo y lo vertemos en un molde de silicona.
Añadimos por encima el chocolate y las nueces o lo que queráis ponerle.
Horneamos durante 50 minutos. Como cada horno es diferente, tendréis que ir vigilando y comprobar que está hecho pinchando con un palillo, hasta que este salga totalmente limpio.
Lo sacamos y lo dejamos enfriar antes de desmoldar y cortar.
Notas
Este bizcocho aguanta durante unos 3 días a temperatura ambiente, en un recipiente hermético. Si lo quieres guardar durante más tiempo, puedes ponerlo en la nevera. También se puede congelar cortado en rodajas, para ir sacando una cada vez que te apetezca.
Opción vegana: Los dos huevos pueden sustituirse por 2 cucharadas de semillas de chía o lino + 5 cucharadas de agua. Se deja reposar la mezcla durante unos 10 minutos hasta que adquiera una textura gelatinosa, que podemos usar como si fuera huevo batido.
Opción sin gluten: Deberías asegurarte de usar avena sin gluten.

